El Impuesto de sociedades del futuro

El Impuesto de sociedades que va existir en el futuro va íntimamente ligado a los deseos de Europa. El continuo esfuerzo por la armonización fiscal, con el viejo sueño de un impuesto único europeo de fondo, marca las directrices de las recomendaciones y los informes de las comisiones TAXE así como las propuestas de los eurodiputados de la mayoría de países miembros.

En ese sentido, la última propuesta de directiva de la Comisión aprobada por el Parlamento Europeo las pasada semana continúa avanzando en las medidas para evitar la evasión fiscal, con un principio general:

«los impuestos deben pagarse donde se obtiene el beneficio» 

y, para ello, se han aprobado una serie de medidas vinculantes para terminar con las prácticas más habituales utilizadas por las empresas para la elusión fiscal:

– Límites más estrictos para la deducción de intereses con una propuesta de limitación a un máximo del 20% del beneficio ó 2 millones de euros si éste fuese superior.

– Reglas más exigentes para ingresos obtenidos en el extranjero, proponiendo:

• Un tipo mínimo del 15% para beneficios obtenidos fuera de la UE y transferidos a territorio comunitario, de manera que, si en su país de origen han pagado menos de ese porcentaje, deba tributarse por la diferencia.
• Un cálculo común del tipo efectivo de gravamen que permita comparaciones.

– Creación progresiva de una base imponible consolidada común europea en el Impuesto de Sociedades que permita compensar pérdidas entre países y desmotive la transferencia de beneficios de un territorio a otro.

Además:

– Incremento de la transparencia de los fondos fiduciarios y fundaciones.
– Elaboración de una lista negra europea de paraísos fiscales y sanciones para quién no coopere.
– Crear, a partir de 2017, un nuevo sistema de resolución de litigios fiscales que afecten a más de un país de la UE.
– NIF común armonizado para facilitar el intercambio automático de información entre países.